miércoles, 9 de noviembre de 2016

En el internado 3

Salí del baño y empecé hacer mis maletas ya no había nada en este mundo que me importara volví a ser el niño olvidado al que nadie quería.

Termine haciendo las maletas y salí sin un rumbo fijo solo tenía una cosa muy en claro no quería estar un segundo más en la misma habitación que Ariel (Aunque él no se encontraba en ese momento).
Me había prometido tantas cosas y de pronto todas las ilusiones que me había hecho con él se desvanecieron.

Al salir del cuarto había muchos jóvenes con uniforme corriendo de arriba abajo se me había olvidado que ese día era el inicio de clases y el primer día de clases había terminado, poco me importó yo no quería entrar de nuevo a ese cuarto empecé a caminar sin rumbo y me encontré con Alejandro y Agustín los que me dijeron:

Agustín.
– ¿Dónde te has metido? ¿Qué son esas maletas?

Alejandro.
– Ariel nos lo ha contado todo, no ha ido a clases por buscarte y por lo que veo tu tampoco has asistido al primer día de clases 

Agustín.
– Le hemos ayudado toda la madrugada a buscarte, pero no hemos conseguido encontrarte intentamos convencerlo para que dejara de buscarte y viniera a clases, pero se negó dijo que no estaría tranquilo hasta verte de nuevo.

Yo.
– "Claro como no preocupado por mi" (reí) Estuve en uno de los parques y las maletas traen mis cosas no quiero un minuto más en el cuarto de Ariel 

Alejandro.
– Es enserio Ariel es de esos tipos que le vale verga todo, pero por alguna extraña razón tú le importas de verdad le quieres hacer eso a Ariel

Yo.
– Yo no le hago daño ya que él lo tome de esa manera es su problema.
Saben dónde tengo que hablar para solicitar un cambio de vivienda

Agustín.
– A estas alturas no creo que te acepten una solicitud de ese tipo al menos que encuentres a dos personas que accedan a compartir cuarto contigo

Yo.
- Pues creo que conozco a las personas indicadas (los miré de reojo) por favor permitan que viva con ustedes no conozco a nadie más

Se fueron a un lado y conversaron un rato luego Alejandro me respondió:

Alejandro.
– Te acabamos de conocer, pero puedes vivir con nosotros, aunque si Ariel nos pide que te echemos lo aremos él es nuestro amigo de toda la vida (su voz era entrecortada como si estuviera nervioso)

Seguramente Ariel les dijo que si me encontraban me dieran un lugar en su cuarto hasta que el pudiese llegar 

Caminamos y llegamos a su edificio y entré en su cuarto.

Yo.
– Haré una solicitud para que nos traigan otra cama 

Alejandro.
– No es necesario si te fijas no usamos la cama del lado derecho dormimos los dos en una sola cama, si quieres esa será tu nueva cama

Yo.
- Gracias Alejandro (era bastante raro que durmieran los dos en una solo cama comenzaba a sospechar algo) 

Agustín.
– Tenemos practica de natación volvemos luego hoy es el primer día de los novatos 

Yo.
– Esperen recuerdan que dije que intentaría practicar natación si hoy es la primera practica del año quiero ir (no me quería quedar solo en el cuarto sabía que le dirían a Ariel y el vendría a verme además quería ver a Agustín y a Alejandro semi desnudos)

Alejandro.
- Esta bien, pero no pienses que por ser nuestro amigo no vas a tener tu novatada 

Yo.
– Como sea esperen un rato agarro unas cosas y ya salgo 

Alejandro y Agustín salieron del cuarto yo me pegué contra la puerta y pude escuchar que llamaron a Ariel para avisarle que me habían encontrado y que fuese a la piscina que íbamos a practicar.
Salí del cuarto y emprendimos la marcha yo no quería que Ariel se apareciera por el camino ya que seguramente no me dejaría entrar a la piscina.
Llegamos y ni rastros de Ariel nos fuimos a cambiar y cuando Agustín y Alejandro salieron de los vestidores pude apreciar su trabajada figura al fin pude ver esos músculos que solo veía atreves de la ropa que llevaban puesta además de guapos tenían una figura envidiable notaron que los veía y dijeron:

Agustín.
– Te gusta lo que vez (rió)

Alejandro.
– Deja de molestarlo seguramente esta asombrado, sabes Matt tu tampoco estas mal recién tienes 12 años, pero si quieres puedes venir al gimnasio con nosotros vamos de lunes a viernes por la tarde 

Yo.
– Si, si quiero puede ser desde esta misma tarde (lo único que quería ver era sus cuerpos sudorosos poco me importaba el ejercicio que iba hacer.
Tengo un fetiche con el olor del sudor mezclado con el aroma del anti transpirante)

Alejandro.
– Esta bien como quieras 

Salimos de los cambiadores en dirección a la piscina y había muchos chicos (era el horario de entrenamiento del equipo masculino el equipo femenino entrenaba más tarde).
Pude ver que en los graderíos estaba Ariel, pero hice como si no lo hubiera visto.
Empezamos la novatada la cual consistía en meterte a la piscina sacarse el traje de baño y tirarlo lo más lejos posible después debías nadar lo más rápido que pudieras porque en pocos minutos salía a atraparte alguien del equipo permanente y si te atrapaba te sacaba de la piscina tal como estabas, pero tampoco valía hacer trampa ya que debías lanzar el traje de baño hasta llegar al otro lado de la piscina.

Al fin llegó mi turno y mi cazador seria Agustín bajé a la piscina y le dije:

Yo.
- No me vas a atrapar

Agustín.
– Ya veremos, pero creo que si lo voy a lograr 

Sonó el silbato y lancé el traje de baño lo más lejos que pude empecé a nadar y vi claramente como Agustín se lanzó para atraparme lo que menos quería era que atrapara y me sacara sin nada de la piscina hasta ahora nadie había logrado llegar al otro lado (así que ya había visto a muchos chicos desnudos) sentí que Alejandro se acercaba, pero no ponía empeño en atraparme lo que hacía era topar mis nalgas y de vez cuando mi pene, estuvo a punto de alcanzarme lo regresé a ver con las gafas de nadar puestas y vi cómo me giñó el ojo después de hacer esto se dio la vuelta y fingió un calambre antes de que me diera cuenta Alejandro ya lo estaba ayudando y yo pude completar la prueba luego de la novatada el encargado del equipo que era un chico del último año nos dio la bienvenida al equipo y nos dijo que podíamos hacer lo que quisiéramos.

Salí de la piscina y fui a los cambiadores Alejandro y Agustín me siguieron cuando ingresamos a las duchas los dos se metieron en una solo regadera igualmente para cambiarse entraron a un solo vestidor por lo visto había algo más que una buena amistad entre ellos.

Salimos de las instalaciones y afuera nos esperaba Ariel yo les regresé a ver a los dos y dije:

Yo.
– Alejandro y Agustín ¿Por qué lo hicieron?

Agustín.
– Lo siento Matt, pero Ariel es nuestro amigo

Lo regresé a ver y empecé a correr lo más rápido que pude no quería verlo, no quería escucharlo solo quería que desapareciera de mi vista.
Me empezó a seguir y a los pocos minutos me atrapó en sus brazos cuando esto sucedió yo solo empecé a llorar y a darle golpes en donde más podía y me dijo:

Ariel.
– Anda no pares saca toda la ira que tienes dentro no quiero que me guardes rencor alguno quiero que seas nuevamente mi hermanito, sé que te fallé debí contártelo antes de que sucediera no debí permitir que te enteraras por José, no te tuve la suficiente confianza para decírtelo y es algo de lo que me arrepentiré toda mi vida de verdad lo siento.

Yo.
– Pero lo que hizo José y con tu permiso (con voz sollozante)

Ariel.
- ¿Qué fue lo que te hizo? 

Yo.
– Como que no lo sabes él me dijo que te había dicho y tu habías consentido lo que me iba hacer 

Ariel.
- ¿Qué fue lo te hizo? (se escuchaba muy enojado)

Yo.
– De verdad no lo sabes pensé que lo que me había dicho era cierto pues sabía dónde encontrarte ese día 

Ariel estaba muy enojado por mis respuestas y me dio un golpe por un momento se le olvido que yo era la víctima y me dijo:

Ariel.
- ¿Qué mierda fue lo que te hizo? 

Yo.
– Me dolió mucho (su golpe aceró en mi pómulo y por eso se me hinchó el ojo)

Ariel.
– Y te voy a dar otro si no me dices que te hizo

Yo.
– Me tomo me dijo que yo era la putita de su putita y por tanto le pertenecía, me dijo que tu habías estado de acuerdo en que él me tomara eso fue lo pasó (estallé en llanto)

Ariel.
– Creo que alguien deberá visitar al médico muy pronto

Yo.
– Ariel que le vas hacer 

Ariel.
– Tu qué crees

Yo.
– Por mi haz lo que quieres con él, pero no creas que esto arregla las cosas 

Ariel.
- ¿A dónde vas?

Yo.
– A mi nuevo cuarto 

Pude ver la rabia que Ariel contenía en el rostro tal vez quería pegarme una vez más, pero primero quería arreglar cuentas con José.

Ariel.
– Esta bien ya arreglaremos eso luego y tu vendrás a vivir de nuevo conmigo 

No respondí y me fui al cuarto de Agustín y Alejandro ni siquiera había merendado solo quería dormir.
Cuando llegué al cuarto no estaba ninguno de los dos así que me puse el pijama y me acosté en la cama, pero no podía dormir, aunque mi cuerpo quisiera descansar mi mente no podía estaba preguntándose si Ariel me dijo la verdad, ¿Por qué debía creerle? y lo más importante realmente estaba arrepentido por todo cada vez se me hacía más preguntas pero ninguna respuesta surgía aun, perdí la noción del tiempo y cuando regresé a ver el reloj de la mesita de noche ya eran las 22:00 y nadie llegaba aún.

Poco tiempo después de ver el reloj llegaron mis nuevos compañeros de cuarto y dijeron:

Agustín.
– Yo creo que ya está dormido apenas es un niño ellos siempre duermen temprano 

Alejandro.
– Creo que si está dormido ni siquiera se movió con nuestra llegada 

Agustín.
- ¿Qué es lo que vamos hacer con el recuerda que Ariel nos pidió que lo echemos para que pudiese volver a vivir con él?

Alejandro.
– Se lo diremos mañana no lo podemos botar a esta hora de la noche, él sabía con qué condición podía quedarse con nosotros y aun así lo acepto 

Agustín.
– Esta bien, pero no porque el este aquí nos vamos a dejar de divertir verdad (voz lujuriosa)

Alejandro.
– Sabes que no, hoy va a ser nuestra noche especial y no porque Mateo esté aquí nos la va arruinar 

Durante toda esta conversación yo guardé absoluto silencio es por ello que pensaron que estaba dormido además los podía ver con los ojos entre abiertos y con lo que estaban diciéndose yo me empecé a calentar, estaba a punto de ver a dos de los chicos más guapos y del mejor cuerpo del internado tener relaciones sexuales.

Agustín.
– Ya hemos esperado demasiado te dije que lo hiciéramos apenas llegáramos.

Alejandro.
– Basta de reproches solo cállate y dame el mejor beso que has dado en tu vi….

Agustín no dejo que Alejandro terminara de hablar y le dio un gran beso apasionado mientras se besaban empezó el toqueteo

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